29 May De semilla a bioplástico
Una empresa mexicana visualizó la ventaja de utilizar como materia prima a uno de los principales desechos naturales en México: el aguacate.
“Hay muy pocos países que industrialicen aguacate, y México produce el 40% mundial de dicha fruta. No es tan difícil extraer la materia prima como en otros materiales, por lo que nos resultó factible de muchas maneras, tanto para ayudar al medio ambiente como para generar un negocio”, manifestó Munguía, directivo de Biofase.
El biopolímero es extraído del hueso y sufre una pequeña modificación química, generando la resina, materia prima que es utilizada para realizar sus dos componentes: las híbridas y compostables. En cualquiera de ambas presentaciones, dichas resinas pueden ser utilizadas para la generación de productos considerados desechables, que no requieran de mucha durabilidad, como los pueden ser cubiertos de plástico, bolsas biodegradables, entre otros.
Sorbetes, cubiertos y variedad de envases surgen tras un detallado estudio de mercado con el objetivo de optimizar el uso de productos naturales. Así, el directivo de Biofase descubrió que cada año más 300,000 toneladas de semillas de aguacate se descartaban solo en su país. Un volumen de materia prima con lo que podría satisfacer hasta el 20% de la actual demanda mundial de bioplásticos.
Por otra parte, y como valor diferenciador, la producción de Biofase no emplea grandes porcentajes de cultivos de consumo humano como el maíz, caña de azúcar o la yuca. Esto favorece también el progreso en la lucha contra el hambre en muchos países de todo el mundo. Además, de alinearse con los 17 principios señalados por la ONU en su agenda del 2030.
Este material es una alternativa exitosa para proteger el medio ambiente y los océanos del plástico, ya que este material se autodescompone una vez pasados los 240 días.
